sábado, 26 de enero de 2019

DISTINTIVOS DE DESTINO CAPITANIAS GENERALES 1979–1984




Con la organización de los Ejércitos permanentes asentados en territorios fijos ocupando plazas fuertes, apareció el concepto de plaza militar bajo el mando de un gobernador con mando sobre todas las unidades ubicadas en su territorio. En 1705 se establece la división en España en 12 Capitanías Generales correspondientes a los antiguos Reinos, Andalucía, Aragón, Canarias, Castilla la Vieja, Cataluña, Extremadura, Galicia, Granada, Guipúzcoa, Mallorca, Navarra y Valencia. En 1893 se reorganizan las Regiones Militares, creándose siete en la península y las Comandancias Generales de Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla.  Cada Región Militar esta mandada por un Capitán General. En 1944 existen 8 Regiones Militares, las Capitanías Generales de Baleares y Canarias, y las Comandancias Generales de Ceuta y Melilla, en este año se crea la 9ª Región Militar ante el temor de una invasión aliada en el sur de la Península, ratificada esta organización en 1965, Instrucción General nº 165/42 de 10 de junio, disponiendo la composición y articulación general del Ejército operativo en Fuerza de Intervención Inmediata y Fuerza de Defensa Operativa del Territorio. Esta organización durara hasta la aplicación del Plan Meta en 1984.


En 1978 se crea el distintivo de brazo para las Capitanías Generales, Centros de Enseñanza y Unidades y Centros dependientes de la Administración Central y Regional que no estuviesen encuadrados en Grandes Unidades, Orden nº 14231 de 20 de noviembre de 1978, Colección Legislativa nº 135, un escudo básico, que está compuesta por una parte común, definida por un escudo español de azur con el emblema del Ejército, con corona Real, y bordura estrecha de oro. Centrado sobre el anterior un escusón con el campo y los elementos propios del organismo de que se trate. Para otras unidades se siguió el mismo criterio, pero cambiando el campo del escudo, que será de gules, y la bordura de azur. Con unas dimensiones de 80 mm. de altura por 65 mm. de anchura.
El distintivo va colocado en la parte superior de la manga derecha, a nueve centímetros por debajo de la costura. 
                                             



CAPITANIA GENERAL de la 1ª REGION MILITAR
Toledo, Cuenca, Ciudad Real, Ávila, Cáceres, Guadalajara, con Capitanía en Madrid.
Escusón central: Partido. De gules, castillo de oro donjonado de res torres y almenado de tres almenas, mazonado de sable y aclarado de azur. De plata, un león de gules lampasado y coronado de oro. Representa el antiguo escudo del Cuerpo de Ejército de Castilla.



CAPITANIA GENERAL de la 2ª REGION MILITAR
Huelva, Cádiz, Córdoba, Badajoz, con Capitanía en Sevilla.
Escusón central: De azur, una llave de oro en palo sobre cuatro ondas de plata. Representa el dominio del Estrecho de Gibraltar.



CAPITANIA GENERAL de la 3ª REGION MILITAR
Alicante, Murcia, Albacete, Castellón, con Capitanía en Valencia.
Escusón central: Partido de gules y plata. En abismo losange de oro con cuatro palos de gules, sumado con corona ducal, fileteado de oro. Representa la región de Valencia, a Murcia y a Albacete.



CAPITANIA GENERAL de la 4ª REGION MILITAR
Lérida, Gerona Tarragona, con Capitanía en Barcelona.
Escusón central: De oro, cuatro palos de gules. Mantelado en punta, ajedrezado de plata y sable. Representa el escudo del antiguo Cuerpo de Ejército de Urgel.



CAPITANIA GENERAL de la 5ª REGION MILITAR
Huesca, Teruel, Soria con Capitanía en Zaragoza.
Escusón central: Tajado. De azur, león de oro coronado. De plata, una cruz de gules estrecha y llena. Representa el escudo del antiguo Cuerpo de Ejército de Aragón.



CAPITANIA GENERAL de la 6ª REGION MILITAR
Santander, Logroño, Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, Navarra, con Capitanía en Burgos.
Escusón central: De gules, castillo de oro donjonado de tres torres, almenado de tres almenas, mazonado de sable y aclarado de gules. De plata, un roble de sinople. Mantelado en punta, las cadenas de Navarra sobre la Cruz Laureada de San Fernando. Representa las regiones dependientes de la capitanía General.  



CAPITANIA GENERAL de la 7ª REGION MILITAR
Asturias, Palencia, León, Zamora, Segovia, Salamanca, con Capitanía en Valladolid. 
Escusón central: Partido. De azur, la Cruz de la Victoria en sus esmaltes. De plata, un león de gules lampasado y coronada de oro. Mantelado en curva y en jefe de gules, castillo de oro donjonado de tres torres, almenado de tres almenas, mazonado de sable y aclarado de azur. Representa los escudos de Asturias, León y Castilla.



CAPITANIA GENERAL de la 8ª REGION MILITAR
Lugo, Orense, Pontevedra, con Capitanía en La Coruña.
Escusón central: De azur, cáliz de oro, sumado de la Sagrada Forma, siete cruces de plata. Representa el escudo del antiguo Reino de Galicia.



CAPITANIA GENERAL de la 9ª REGION MILITAR
Almería, Málaga, Jaén, con Capitanía en Granada.
Escusón Central: De azur. Una F y una Y mayúsculas de oro. Entando en punta y cosido de azur, una granada al natural, tajada de gules, sostenida, tallada y hojada de dos hojas de sinople, fileteada de oro. Representa al antiguo Reino de Granada.


CAPITANIA GENERAL de BALEARES
Islas Baleares, con Capitanía en Palma de Mallorca.
Escusón central: Cuartelado. 1º y 4º de oro, cuatro palos de gules. 2º y 3º de azur, el castillo de la Almudaina en su color sobre ondas de plata. Representa el escudo de Baleares.



CAPITANIA GENERAL de CANARIAS
Islas Canarias. con Capitanía en Santa Cruz de Tenerife.
Escusón central: De azur, las siete Islas del Archipiélago Canario en su color, colocadas 2-2-2-1, la última coronada de plata Tenerife con las perpetuas nieves del Teide. Representa el escudo de Canarias.
                                            Fachada  Palacio Capitanía General Zaragoza

Han colaborado Francisco Burgos, Javier Novella, Antonio Gayúbar










martes, 15 de enero de 2019

DISTINTIVO DE DESTINO DE LA GUARDIA CIVIL 1945




     Orden General número 25, dada en Madrid a 13 de Octubre de 1945

  Desde la nueva organización de la Guardia Civil en 1940 son muchas las vacantes de Oficiales que no se pueden cubrir, a pesar de las reiteradas convocatorias.
  El Servicio de la Guardia Civil es demasiado importante como para que esté sometido a estos contratiempos, y su complejidad, cada día mayor, exige a los cuadros de Mando especialización, continuidad y espíritu corporativo, además de la preparación militar adecuada para desempeñar mandos de su empleo en campaña si fuera necesario.
  No obstante, la misión de las Tropas de cobertura asignada a los Tercios y Comandancias de Frontera, aconseja que sus Jefes y Capitanes, en los que predomina la condición de especializados en Mandos de Tropas de Montaña, sean de Infantería, ya que así lo exige la naturaleza de la misión y de las Tropas profesionales y voluntarias que han de mandar.
  Las vacantes de la escala de subalternos del Cuerpo de la Guardia Civil se nutrirá por los Oficiales procedentes de la escala de Suboficiales del Cuerpo y por los que, perteneciendo a las Armas de Infantería y Caballería del Ejército, y procediendo de las Academias de Transformación y de sus Armas respectivas, deseen voluntariamente pasar a aquel.
  El ingreso de Oficiales procedentes del Ejército tendrá lugar por concurso de méritos.  
  Los Jefes y Capitanes de los Tercios y Comandancias de Frontera serán de Infantería. Por tanto, el mando en tales empleos tendrá carácter de Servicio.
  Para poder realizar este cumplimiento, se tendrá en cuenta que en los Tercios y Comandancias de Frontera todos los Jefes y Capitanes pertenecerán al Arma de Infantería y los Oficiales Subalternos al Cuerpo de la Guardia Civil.
  Los Jefes y Capitanes de la Guardia Civil, así como los Tenientes de Infantería que estén destinados en dichas Unidades seguirán en ellas hasta su cese por ascenso o cambio de destino o situación.
  Los Mandos de las Tropas de Fronteras serán objeto de la máxima atención, no solamente por su condición general de Tropas de Montaña cuidadosamente entrenadas en esta especialidad, lo que exige espíritu y condiciones físicas especiales sino también por lo delicado de su misión específica y la beneficiosa influencia que un ejemplar comportamiento ejerce en estos soldados profesionales.
    Los Jefes y oficiales de Infantería cumplirán en los Tercios y Comandancias de Fronteras la condición de mando de tropas de su Arma, que requiere o pueda requerir en lo sucesivo la declaración de aptitud para ascenso al empleo inmediato, considerándose para todos los efectos este destino como el de tropas de Montaña.
   Los Jefes, Oficiales, Suboficiales y tropa de los Tercios y Comandancias de Frontera disfrutarán de los beneficios concedidos o que se concedan en lo sucesivo a las Unidades de Montaña del Ejército y usarán el distintivo reglamentario para dichas Unidades.

  Por todo ello y como reconocimiento a su labor se creó el Distintivo de Permanencia en la Guardia Civil por medio de esta Orden

Orden General número 25, dada en Madrid a 13 de Octubre de 1945

 Artículo 1º. Todos los Jefes y Oficiales de Infantería con destino en las Unidades de Fronteras, así como los Directores de Música de las Bandas del Primer Tercio Móvil y Colegio de Guardias Jóvenes, usarán precisamente el uniforme gris de la Guardia Civil con gorra los primeros y con sombrero los segundos, con arreglo a las normas reglamentarias en las Unidades en que estén destinados.
Artículo 2º. Todos los restantes Jefes y Oficiales pertenecientes a las distintas Armas y Cuerpos del Ejército, así como el personal del C.A.S.E., que prestan servicio en la Guardia Civil usarán el uniforme kaki reglamentario de sus Armas y Cuerpos respectivos con un distintivo consistente en un ovalo de metal dorado de 45mm. por 35 con esmalte rojo en su cara anterior y embutido en ésta el emblema del Cuerpo, distintivo que se colocará en la guerrera en el lado derecho del pecho y a la altura del primer botón.

  En una vitrina del antiguo Museo del Ejército de Madrid, el distintivo está catalogado como Agregados de la Guardia Civil. 

  Con anterioridad a esta Orden existe un precedente a este distintivo, por Orden Circular de 6 de mayo de 1940, el personal de la Guardia Civil que no perteneciera al Cuerpo, se le ordeno que se pusiese en el lado derecho del pecho de la guerrera y más alto que el bolsillo, un rectángulo grana de 35 mm de ancho por 65 mm. de alto con las letras GC entrelazadas y corona imperial todo ello en plata. 

Han colaborado Francisco Burgos, Javier Novella, Antonio Gayúbar.



martes, 8 de enero de 2019

MEDALLA DE MONTEJURRA 1873

      



Real Decreto Cuartel General de Estella de 9 de Noviembre de 1873.

La medalla creada para perpetuar la memoria de un hecho que tanto honra a mi Ejército. Carlos VII, Ejército Carlista Conmemora la victoria en los combates sostenidos por el Ejército del Norte en la Batalla de Montejurra. Tercera Guerra Carlista, 1872-1876. Tendrán derecho a usar esta medalla los Generales, Jefes, Oficiales y clases de Tropa. Según Francisco Hernando, en su obra La Campaña Carlista publicada en París en 1877, el diseño fue encargado por Don Carlos VII a su dibujante de campaña, Don León Abadías, natural de Huesca, agregado al Estrado Mayor, en el modelo debía mencionarse que la victoria se había obtenido el día de la Virgen, la Inmaculada Concepción.




Diseño.- Medalla en forma de cruz con cuatro brazos rectos. De 38 x 38 mm. Anverso en tres de los cuatro brazos se lee DIOS, en el superior, PATRIA, en el izquierdo y REY, en el derecho, círculo central con la inscripción de la fecha 7,8,9 NOVIEMBRE 1873 y orlada la inscripción PATROCIONIO DE LA Sma. VIRGEN y tres estrellas de cinco puntas en la parte inferior. Cuatro lises en los entrebrazos y corona Real y anilla de ramos de laurel. Reverso liso,
Cinta roja.
Se fabricaron ejemplares en plata y bronce.




REAL DECRETO

Queriendo conmemorar el brillante hecho de armas que tuvo lugar en los días 7, 8 y 9 de este mes al pie de Montejurra y Monjardín, y dar al mismo tiempo una prueba de mi gratitud y satisfacción por el heroico comportamiento de mi valiente Ejército,
Vengo en decretar lo siguiente:
Artículo l. Se crea una medalla de distinción para perpetuar la memoria de un hecho que tanto honra a mi Ejército.
Artículo 2. Tendrán derecho a usar esta medalla los Generales, Jefes Oficiales y clases de Tropa que asistieran en cualquiera de los tres días a tan gloriosa batalla.
Artículo 3. Esta medalla será de hierro en forma de cruz, llevando en el centro las fechas de combate, en el exergo la leyenda «Patrocinio de la Virgen», y en los brazos superiores DIOS, PATRIA REY, con cuatro flores de lis en los ángulos.
Irá pendiente de cinta roja; todo con arreglo al modelo aprobado.
Dado en mi Cuartel Real de Estella a 9 de noviembre de 1873
CARLOS VII



Por orden general de 11 de noviembre de 1873 se previene a los Comandantes Generales de Navarra, Vizcaya, Álava y Rioja para que por conducto del General en Jefe dirijan listas al Cuartel General por batallones, baterías y escuadrones de todos los individuos con derecho a esta.


 BATALLA DE MONTEJURRA
En España se había proclamado la I República tras la abdicación de Amadeo de Saboya, que había sustituido a Isabel II, a su vez destronada por la Revolución de 1868. Levantados de nuevo en armas los seguidores de Don Carlos VII, Tercera Guerra Carlista, lucho en reclamación de sus derechos dinásticos a la corona de España, sufrieron en Oroquieta, junio, 1872, una humillante derrota a manos del general Moriones. Sin embargo, las sucesivas victorias carlistas de 1873 llevaron la consternación al Gobierno republicano, sobre todo cuando Estella fue proclamada Corte del pretendiente Carlos VII. El mismo general, se lanzó al comenzar noviembre sobre la ciudad del Ega para dar a la insurrección del Norte un golpe definitivo. El Ejército Carlista contaba con unos 8.000 hombres. Al pie de Montejurra se desarrollaron varias batallas, fue la del 7, 8 y 9 de noviembre de 1873.

 




Los confidentes del pretendiente habían avisado que el general Moriones concentraba sus fuerzas en Tafalla y Puente la Reina y venía de Logroño con la idea de entrar en Estella. El día 7 salió Moriones de Los Arcos al amanecer, por la carretera de Logroño a Estella, 22 batallones, 8 piezas Krupp, 14 de montaña y cerca de 1000 caballos, todas sus fuerzas incluida la División de la ribera, flanqueo las gargantas de la sierra de Cogullo, dividiendo sus fuerzas en dos columnas con la intención de envolver las posiciones carlistas y apoderarse de Montejurra y Monjardin, llevando como auxiliares a los generales Primo de Rivera, Ruiz Dana. Tello y otros. Avanzando por la carretera de Estella hasta encontrarse con la facción carlista, ocupando los pueblos de Villamayor Urbiola, Luquin, y Barbarin, que están formando anfiteatro, y fortificados en las alturas que los dominan. A los 1.000 metros se rompió el fuego de cañón por ambas partes con poca fortuna por parte de los carlistas, pues sus granadas causaron pocas bajas, pero el acierto de la artillería republicana, que apago enteramente el fuego carlista, haciendo desalojar los pueblos, replegándose a las alturas. Una batería republicana se apodero de Barbarin y de las alturas que lo dominan hasta que se hizo la noche. Ocupo los pueblos de Luquin, Barbarín y Urbiola, que despejaba el camino a Estella, Moriones anuncio precipitadamente la toma de la capital del Estado carlista.

Por su parte el general carlista Ollo tomó inmediatamente sus disposiciones y colocó en línea los batallones 1° de Castilla, 1° de Arratia, de Durango, de Guernica y de la Rioja, más cuatro batallones de Álava, cinco navarros y unos 200 caballos mandados por el coronel Pérula y cuatro cañones de montaña. Al romper el fuego, se presentó el general Elío, y a mediodía lo hizo Carlos VII, que estuvo junto a sus voluntarios presenciando los combates y los movimientos de sus batallones, que duraron todo el día y parte del siguiente, pese al mal tiempo reinante. La reacción y enconada resistencia de los batallones navarros le obligó a batirse en retirada, dejando numerosas bajas y buena parte de las provisiones, ya que los carros de avituallamiento tuvieron que usarse para transportar gran número de heridos.  La noche del 8 supieron los carlistas que Moriones se retiraba hacia su punto de partida el pueblo de Los Arcos, y el general Elío ordenó su persecución. Los batallones republicanos que más han sufrido en la batalla de la línea de Montejurra han sido los de la vanguardia, el de Ciudad Rodrigo y el de Puerto Rico. El Ejército Republicano ha sufrido más de 1000 bajas entre muertos y heridos.


Se celebró un “Te Deum” en acción de gracias, Carlos VII instauró una medalla conmemorativa de la victoria y visitó a los heridos, tanto carlistas como liberales, atendidos en el hospital de Iratxe, fundado por su mujer, Margarita de Parma. A partir de entonces, la palabra Montejurra quedó grabada en la historia del carlismo como una gesta de héroes.

Han colaborado gri, Beltrán y DONPACO