En el Reglamento aprobado por decreto el 26 de Enero de 1943 y editado a todo color, quedaban claro las prendas y el equipo que debía llevar el soldado en campaña y maniobras.
Nuestro soldado viste según el reglamento, aunque lo normal debido a las penurias económicas de postguerra, es que para estos menesteres, la sahariana los pantalones y las botas, fueran sustituidas por un simple mono y alpargatas.
Lleva el correaje teñido de negro, los cartucherines son para los peines del Mauser modelo La Coruña.
Vemos a nuestro infante, cubierto con el casco "Eíbar" modelo 1938. Este casco en principio estaba pensado para las fuerzas de orden público. Pesaba 980 gr. Y estaba fabricado con acero laminado de 1mm. En la postguerra estos cascos se siguieron utilizando durante años. El departamento de recuperación del ejército seleccionó los que se encontraban en mejores condiciones y se normalizaron repintándolos de caqui y añadiéndoles una pletina para colocar el emblema del ejército en paradas y desfiles.
Otro casco que bien podía portar nuestro hombre, es el modelo Z-42, primer intento serio de dotar al ejército de postguerra de un casco moderno. El modelo elegido, terminó siendo una mala copia del M-35 alemán. Fue declarado reglamentario el 3 de septiembre de 1942 y fue usado en algunas unidades, hasta su sustitución por el modelo MARTE, a mediados de los 80.
En este detalle apreciamos la bayoneta y la cantimplora de 2 litros reglamentaria. La bayoneta es la del modelo 1913, 525mm de longitud y 520gr de peso. Se adaptaba al fusil Mauser de 1893 y al mosquetón de 1916 y mediante un casquillo de sujeción, también al Coruña.
Las orejeras del gorro, no solo tenían un sentido estético. Como podemos ver, en las frías jornadas de campo, este complemento podía ayudar a soportar las bajas temperaturas
Detalle de la hebilla con el águila y la corona real abierta, declarada reglamentaria en 1943.
El mosquetón Mauser modelo 1943 o Coruña, de calibre 7,92 x 57, con un peso de 3,950 Kg . y una longitud de 1100mm, tiene el triste honor de haber sido el último fusil de cerrojo adoptado y producido por un ejército europeo.
Es un desarrollo del sistema de cerrojo Mauser de 1983, evolucionado principalmente por la adición de un tercer tetón de cierre, que daría lugar al famoso M 98 alemán.
En este caso, el Coruña se inspira en el desarrollo checoslovaco, el VZ 24, del que llegaron bastantes unidades al bando republicano durante la Guerra Civil.
A destacar el casquillo que permite adaptar las bayonetas españolas al arma.
Y para terminar un par de fotos, una en la que se ve a un grupo de soldados de maniobras, con sahariana y otra cuyo protagonista, lleva mono y alpargatas.
Han colaborado en la realización de este uniforme gri, Beltrán y DONPACO
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