Hasta la desaparición del servicio militar obligatorio en 2001, fue norma común el entregar a todo recluta que ingresaba en el ejército (ya fuera tierra mar o aire) , una cartilla militar, donde se anotaba escrupulosamente todos los datos de su filiación: nombre y lugar de nacimiento, caja de reclutas, zona de reclutamiento y remplazo al que pertenecía, unidad o unidades a las que iba destinado.
También la cartilla reflejaba si el soldado había recibido alguna instrucción especial o si había adquirido algún empleo superior al de soldado. Tenía durante todo el servicio el valor de documento de identidad ante las autoridades. Con el tiempo la cartilla cambió de forma y color dependiendo del ejército. Las últimas eran de color blanco y se denominaban “la blanca”….
Han colaborado Gri, Beltrán y DONPACO
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