martes, 19 de marzo de 2013

CAPITÁN DE CABALLERÍA 1977


     Uniforme de servicio para verano, en interior de acuartelamientos.



   Sin lugar a dudas, el denominado uniforme de servicio y paseo constituyó durante muchos años, la manifestación más habitual y cotidiana que del ejército y su cercana presencia, tuvo siempre la sociedad, ya  que al ser una indumentaria de obligatorio uso para cualquier soldado si este iba a salir fuera del acuartelamiento, era más que frecuente poderlo ver a diario en las calles de cualquier localidad española, en cuyo municipio estuviese acantonada alguna unidad militar, por pequeña que fuera su entidad.
   Aunque este uniforme (en sus diversas modalidades) no siempre pudo llegar a evolucionar de forma acompasada a como lo hacía el inexorable paso del tiempo y sus exigencias, se podría considerar que fue durante la desarrollista y expansiva década de los años sesenta del pasado siglo XX, cuando se logró cimentar el que bien podría ser considerado hoy como el origen del moderno uniforme militar español, tal y como actualmente se conoce y entiende.



   Confeccionado en el tradicional verde caqui español, y estando -obviamente- adaptado a las estaciones meteorológicas reinantes en cada momento (con o sin guerrera, con o sin prenda de abrigo, etc., etc.) por Orden Circular Nº1073 de 28/06/de 1968, se establecía inicialmente para las Clases de Tropa como uniforme de servicio y paseo fuera de formación en verano o época estival, el vestir en camisa, con el cuello de esta cerrado para así llevar corbata (no suelta, sino embutida al pecho entre el segundo y tercer botón)  y las mangas bajadas.
   Estaba provista de unas hombreras dobles desmontables (sujetas por una trabilla y botón) sobre las cuales estaban colocados los rombos correspondientes al Arma, Cuerpo o Servicio de la unidad en la que estuviese destinado cada soldado, y así mismo -en su caso- eran igualmente llevadas las divisas de empleo y graduación.



   Como prenda de cabeza, la denominada como "gorra montañera", la cual era -ocasionalmente - de uso igualmente extensible  a los cuadros de mando, quienes podían alternar su uso con la llamada gorra de plato, si bien, tanto los Jefes, Oficiales y Suboficiales  pertenecientes o destinados en unidades del Cuerpo de Cazadores de Montaña -y afines a ellas- al tratarse la primera de su prenda de cabeza privativa, para diferenciarla de la genérica vestida por el resto del Ejército de Tierra, presentaba todos sus bordes y aristas ribeteadas con un característico sutás de color verde.
   Los pantalones, del llamado "tipo noruego", eran vestidos con sus perneras embutidas en la caña de las famosas botas de tres hebillas, de las cuales llegaron a existir dos modelos, siendo uno de ellos específicamente destinado para ser calzadas precisamente con este uniforme de servicio y paseo, dado que su suela era más delgada -y lisa- que las de instrucción y campaña.
   En tanto las Clases de Tropa iban progresivamente adaptándose  al descrito uniforme para verano, por la misma época y paralelamente ,los cuadros de mando todavía continuaban vistiendo  una guerrera cerrada, tipo sahariana, confeccionada en tejido fresco, y que fuera establecida reglamentariamente diez años antes, siendo retirada (aunque solamente de puertas para adentro de los cuarteles y dependencias militares, a modo de uniforme de servicio) en 1.970 por un atuendo de aspecto estético "similar" al de las anteriormente referidas Clases de Tropa, aunque presentando con respecto a ellas, pequeños -aunque significativos- detalles diferenciadores, tales como la propia camisa, cuya corbata iba sin embutir al pecho, y para la que por Orden Circular Nº1315 de 30/03 de 1970, se regló oficialmente el uso del denominado soporte o lengüeta portaemblemas, confeccionado en cuero o material símil troquelado, el cual era llevado suspendido del  botón de cierre del bolsillo derecho de la propia camisa, y que en corto espacio de tiempo, pasó rápidamente a ser familiarmente conocido por el apelativo de "pepito", aunque "pepito" era en realidad -desde aproximadamente el año de 1.962- el nombre con el que era conocido en La Legión, los soportes portaemblemas usados particularmente por este Cuerpo élite.
   En los pantalones -inicial e indistintamente- rectos, para ser vestidos con zapatos, o del llamado "tipo noruego", para ser usados con botas, las trabillas por donde transitaba el cinturón eran más estrechas y fijas, con lo cual, resultaba imposible introducir y deslizar bajo las mismas el grueso ceñidor de cuero negro para el correaje propio de formaciones con armamento, de aquí que por solicitud personal del interesado a sastres y modistos de uniformidad, estos elementos ulteriormente se comenzaron a solicitar con botonadura.



   El figurín muestra su graduación (tres estrellas doradas, de seis puntas cada una) colocadas sobre un manguito o "cartucho" portadivisas de confección artesanal y color azul, en referencia o alusión al Arma de Caballería; complemento este de uniformidad que, curiosa y paradójicamente, no se llegó a reglamentar hasta el año de 1.979,si bien, su uso desde cercanos tiempos pretéritos de entonces, estaba consentido en muchas unidades, dado que paralelamente, existían hombreras desmontables en el color del Arma, Cuerpo o Servicio para este modelo de camisa, que nunca llegaron a tener amplia difusión, precisamente por no ser completamente reglamentarios, siendo sustituidas en muchos casos por los comentados manguitos o "cartuchos" de casera fabricación.
   Contra la descripción anteriormente expuesta, el modelo carece de corbata, presenta el cuello de la camisa abierto y arremangadas sus mangas en base a la interpretación y disposiciones finales que sobre el Reglamento de Uniformidad, hacía -dependiendo de la época meteorológica- el Capitán General de cada una las nueve Regiones Militares peninsulares, dos insulares y por extensión, dos Comandancias norteafricanas, en las que estaba estructurado por aquellos entonces el mapa militar español, siendo potestad final personal de cada mando supremo, la disposición de cuando se tenía que vestir cada modelo de uniforme, sus distintas modalidades y en qué condiciones, de aquí que, aún sin resultar completamente reglamentario, ciertas licencias de puertas para adentro de los cuarteles (y excepcionalmente, también fuera de ellos en alguna ocasión) estuviesen consentidas.


   Pareja de hombreras blandas y desmontables -en este caso de color azul y alusivas, por tanto, al Arma de Caballería- inicialmente destinadas a ser vestidas (desde 1.970) por los distintos cuadros de mando en la camisa del uniforme estival dentro de los cuarteles y dependencias militares. Carecían de una reglamentación oficial concreta al respecto, por ello, su difusión y limitado uso  se hizo -muchas veces- de forma consentida en  cada ocasión, a criterio y observancia de la superioridad castrense competente.


   Tradicional Jura de Bandera a mediados de los años sesenta. En última instancia, y por encima del entonces reglamento de uniformidad vigente, era potestad de cada Capitán General, la interpretación, aplicación y observancia finales en su zona territorial de mando e influencia, de las disposiciones oficiales existentes al respecto, por ello su personal criterio era siempre el válido y determinante, en un intento de adaptar (en este caso la uniformidad y vestuario) a la situación y circunstancias imperantes en cada momento y ocasión.





 Han participado en este uniforme Don Diego de Rojas y Pastrana, gri y DONPACO

                       "Que nunca nos falte la culturilla de lo militar"
                        Con todo afecto, dedicado al Cor. de Caballería DEM D. Jesús Mtz. de Merlo

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