Uniforme de servicio para verano, en interior de acuartelamientos.
Sin lugar a dudas, el denominado uniforme de
servicio y paseo constituyó durante muchos años, la manifestación más habitual
y cotidiana que del ejército y su cercana presencia, tuvo siempre la sociedad,
ya que al ser una indumentaria de
obligatorio uso para cualquier soldado si este iba a salir fuera del
acuartelamiento, era más que frecuente poderlo ver a diario en las calles de
cualquier localidad española, en cuyo municipio estuviese acantonada alguna
unidad militar, por pequeña que fuera su entidad.
Aunque este uniforme (en sus diversas modalidades)
no siempre pudo llegar a evolucionar de forma acompasada a como lo hacía el
inexorable paso del tiempo y sus exigencias, se podría considerar que fue
durante la desarrollista y expansiva década de los años sesenta del pasado
siglo XX, cuando se logró cimentar el que bien podría ser considerado hoy como
el origen del moderno uniforme militar español, tal y como actualmente se
conoce y entiende.
Confeccionado en el tradicional verde caqui
español, y estando -obviamente- adaptado a las estaciones meteorológicas
reinantes en cada momento (con o sin guerrera, con o sin prenda de abrigo,
etc., etc.) por Orden Circular Nº1073 de
28/06/de 1968, se establecía inicialmente para las Clases de Tropa como
uniforme de servicio y paseo fuera de formación en verano o época estival, el
vestir en camisa, con el cuello de esta cerrado para así llevar corbata (no
suelta, sino embutida al pecho entre el segundo y tercer botón) y las mangas bajadas.
Estaba provista de unas hombreras dobles
desmontables (sujetas por una trabilla y botón) sobre las cuales estaban
colocados los rombos correspondientes al Arma, Cuerpo o Servicio de la unidad
en la que estuviese destinado cada soldado, y así mismo -en su caso- eran
igualmente llevadas las divisas de empleo y graduación.
Como
prenda de cabeza, la denominada como "gorra montañera", la cual era -ocasionalmente
- de uso igualmente extensible a los
cuadros de mando, quienes podían alternar su uso con la llamada gorra de plato,
si bien, tanto los Jefes, Oficiales y Suboficiales pertenecientes o destinados en unidades del
Cuerpo de Cazadores de Montaña -y afines a ellas- al tratarse la primera de su
prenda de cabeza privativa, para diferenciarla de la genérica vestida por el
resto del Ejército de Tierra, presentaba todos sus bordes y aristas ribeteadas
con un característico sutás de color verde.
Los pantalones, del llamado "tipo
noruego", eran vestidos con sus perneras embutidas en la caña de las
famosas botas de tres hebillas, de las cuales llegaron a existir dos modelos, siendo
uno de ellos específicamente destinado para ser calzadas precisamente con este
uniforme de servicio y paseo, dado que su suela era más delgada -y lisa- que
las de instrucción y campaña.
En tanto las Clases de Tropa iban
progresivamente adaptándose al descrito
uniforme para verano, por la misma época y paralelamente ,los cuadros de mando
todavía continuaban vistiendo una
guerrera cerrada, tipo sahariana, confeccionada en tejido fresco, y que fuera
establecida reglamentariamente diez años antes, siendo retirada (aunque
solamente de puertas para adentro de los cuarteles y dependencias militares, a
modo de uniforme de servicio) en 1.970 por un atuendo de aspecto estético
"similar" al de las anteriormente referidas Clases de Tropa, aunque
presentando con respecto a ellas, pequeños -aunque significativos- detalles
diferenciadores, tales como la propia camisa, cuya corbata iba sin embutir al
pecho, y para la que por Orden Circular Nº1315
de 30/03 de 1970, se regló oficialmente el uso del denominado soporte
o lengüeta portaemblemas, confeccionado en cuero o material símil troquelado,
el cual era llevado suspendido del botón
de cierre del bolsillo derecho de la propia camisa, y que en corto espacio de
tiempo, pasó rápidamente a ser familiarmente conocido por el apelativo de
"pepito", aunque "pepito" era en realidad -desde
aproximadamente el año de 1.962- el nombre con el que era conocido en La
Legión, los soportes portaemblemas usados particularmente por este Cuerpo
élite.
En los pantalones -inicial e indistintamente-
rectos, para ser vestidos con zapatos, o del llamado "tipo noruego", para
ser usados con botas, las trabillas por donde transitaba el cinturón eran más
estrechas y fijas, con lo cual, resultaba imposible introducir y deslizar bajo
las mismas el grueso ceñidor de cuero negro para el correaje propio de
formaciones con armamento, de aquí que por solicitud personal del interesado a
sastres y modistos de uniformidad, estos elementos ulteriormente se comenzaron
a solicitar con botonadura.
El figurín muestra su
graduación (tres estrellas doradas, de seis puntas cada una) colocadas sobre un
manguito o "cartucho" portadivisas de confección artesanal y color
azul, en referencia o alusión al Arma de Caballería; complemento este de uniformidad
que, curiosa y paradójicamente, no se llegó a reglamentar hasta el año de
1.979,si bien, su uso desde cercanos tiempos pretéritos de entonces, estaba
consentido en muchas unidades, dado que paralelamente, existían hombreras
desmontables en el color del Arma, Cuerpo o Servicio para este modelo de
camisa, que nunca llegaron a tener amplia difusión, precisamente por no ser
completamente reglamentarios, siendo sustituidas en muchos casos por los
comentados manguitos o "cartuchos" de casera fabricación.
Contra la descripción
anteriormente expuesta, el modelo carece de corbata, presenta el cuello de la
camisa abierto y arremangadas sus mangas en base a la interpretación y
disposiciones finales que sobre el Reglamento de Uniformidad, hacía
-dependiendo de la época meteorológica- el Capitán General de cada una las
nueve Regiones Militares peninsulares, dos insulares y por extensión, dos
Comandancias norteafricanas, en las que estaba estructurado por aquellos
entonces el mapa militar español, siendo potestad final personal de cada mando
supremo, la disposición de cuando se tenía que vestir cada modelo de uniforme,
sus distintas modalidades y en qué condiciones, de aquí que, aún sin resultar
completamente reglamentario, ciertas licencias de puertas para adentro de los cuarteles
(y excepcionalmente, también fuera de ellos en alguna ocasión) estuviesen
consentidas.
Pareja de hombreras
blandas y desmontables -en este caso de color azul y alusivas, por tanto, al
Arma de Caballería- inicialmente destinadas a ser vestidas (desde 1.970) por
los distintos cuadros de mando en la camisa del uniforme estival dentro de los
cuarteles y dependencias militares. Carecían de una reglamentación oficial
concreta al respecto, por ello, su difusión y limitado uso se hizo -muchas veces- de forma consentida
en cada ocasión, a criterio y
observancia de la superioridad castrense competente.
Tradicional Jura de
Bandera a mediados de los años sesenta. En última instancia, y por encima del
entonces reglamento de uniformidad vigente, era potestad de cada Capitán
General, la interpretación, aplicación y observancia finales en su zona
territorial de mando e influencia, de las disposiciones oficiales existentes al
respecto, por ello su personal criterio era siempre el válido y determinante,
en un intento de adaptar (en este caso la uniformidad y vestuario) a la
situación y circunstancias imperantes en cada momento y ocasión.
Han participado en este
uniforme Don Diego de Rojas y Pastrana, gri y DONPACO
"Que nunca nos falte la culturilla de lo militar"
Con todo afecto, dedicado al
Cor. de Caballería DEM D. Jesús Mtz. de Merlo
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