sábado, 13 de octubre de 2012

COMANDANTE EN UNIFORME, DE PRÁCTICAS DE EQUITACIÓN 1980

   Hasta la implantación y desarrollo de las nuevas normas sobre uniformidad establecidas en el año de 1.986, uno de los problemas más habituales soportado durante mucho tiempo por todo militar, destinado en un lugar o dependencia, fundamentalmente de naturaleza burocrático-administrativa (oficinas, almacenes, depósitos, etc.), era carecer de un adecuado uniforme, pensado específicamente para el desarrollo de aquellos trabajos o actividades que el puesto requiriese; lo cual obligó -normalmente- a tener que vestir de continuo el habitual uniforme caqui de servicio y paseo, representando por ello un inevitable  inconveniente ya que este atuendo,  llegaba a sufrir  en escaso margen de tiempo un gran desgaste, por su prolongado uso, sobre todo la guerrera, dado que salvo  en los periodos de meses estivales (en los que era implantado el vestir en mangas de camisa y corbata) ésta debía ser llevada siempre, sobre todo si se trataba de un destino "abierto" o de cara al público civil.

   Paralelamente, otro "problema" muy similar (aunque en este caso, parte del mismo soslayado, dado que algunas de las prendas a vestir sí que estaban específicamente regladas desde tiempos pretéritos que se remontan hasta el mismo primer Reglamento de Uniformidad del Ejército de Tierra RUET, promulgado tras la contienda civil en el año de 1.943, resultando por tanto de preceptivo uso,  eran aquellas indumentarias a usar para determinadas actividades muy concretas a desarrollar en el interior de los acuartelamientos, como por ejemplo, las de tipo hípico y prácticas ecuestres, existiendo para las mismas (obviamente) calzones de canutillo o breeches , provisto de refuerzos o pepinillos en las entrepiernas, así como las características botas altas.

   Fuera en el primero o segundo de los supuestos anteriormente expuestos, una medida muy recurrida para evitar el excesivo desgaste o deterioro de ciertas prendas muy concretas de la uniformidad , era la de su combinación de forma -en algunos casos- "poco ortodoxa", mezclando al mismo tiempo piezas tanto del uniforme de servicio y paseo como del destinado a instrucción y campaña, resultando  extensiva esta combinación a los respectivos tocados de cabeza, dando como resultado una uniformidad un tanto "de fortuna",  que sin llegar a constituir  un atuendo fuera de toda reglamentación, la misma cotidianeidad en su uso, servía como consentido respaldo a su "validez";  así llegó a ser bastante común ver -por ejemplo- a distintos cuadros de mando vistiendo zapatos y pantalón largo del uniforme de servicio y paseo, combinados con la camisola caqui del uniforme de campaña, mostrando por debajo de ella o bien la camisa con corbata, o la misma camisa, abierta con los cuello por encima de los de la camisola, pero aderezada con el pañuelo, fuera caqui o a color; todo ello con ceñidor de campaña y la preceptiva arma de asignación y gusto personal.



   En el caso de actividades hípicas, y dependiendo si estas se desarrollaban en el interior de los acuartelamientos o en el exterior (concursos o ferias ecuestres, por ejemplo) los preceptivos pantalones de canutillo o breeches con pepinillos en las entrepiernas así como las botas altas -de obligado y más que necesario uso para la monta del bruto animal- llegaron a ser combinados indistintamente,  bien con la guerrera (más su camisa y corbata, así como con gorra de plato) del uniforme de servicio y paseo,  o en su caso, con la camisola y camisa caquis del uniforme de instrucción y campaña M-67 (el cual se comenzaría a sustituir por el inicialmente denominado M-67/79  verde OTAN -luego M-82- a partir del año 1.981) aderezados con el pañuelo de cuello, y como tocado de cabeza, el vestido habitualmente por el jinete en la unidad allí donde estuviese destinado, pudiendo abarcar desde la gorrilla visera hasta la boina negra de carácter acorazado, pasando por el gorrillo cuartelero, aunque uno de los tocados de cabeza más característicos y tradicionales directamente relacionados con la equitación ha sido desde tiempos inmemoriales, el denominado gorrillo de tipo "isabelino" y airoso madroño, con sutás azul purísima y plata (las más de las veces reemplazado por blanco, abaratando así costes de fabricación al interesado-propietario) como colores representativos del Arma de Caballería.

   Aunque en la imagen no lo muestra, el maniquí  viste de cintura para abajo calzones breeches  y botas altas para la realización de prácticas ecuestres y de equitación en el interior del acuartelamiento, razón por la cual, de cintura para arriba y combinándola con las anteriores prendas, presenta la camisola o chupita del uniforme caqui de instrucción y campaña M-67/79 en la que figura, por encima del bolsillo izquierdo y en color caqui oscuro, ,la cinta de identificación (14 cms. de largo por 2 cms. de alto)declarada reglamentaria por Orden de 19 de julio de 1.979 (C.L. Nº 146) y en la que aparecen rotulados en tinta indeleble negra (letras mayúsculas,10 mm. de alto, ancho de 7 mm.  y 1,5 mm.  de grosor) tanto la abreviatura del empleo del individuo de quien se trate (en este caso Comandante, Comte.) y el nombre o apellido por el que sea más conocido.
     En el reglamento de 1943, el pantalón breeche, se describía de la forma siguiente.
   De color caqui. Está cortado de tal manera que la costura lateral, en forma de pestaña, avance desde el costado a la rótula, para descender en línea recta siguiendo el eje de la tibia y formar una cartera de ojales que abrochan en dos botones o se ata con cintas. En la parte interior de la rodilla se superponen con el mismo paño un refuerzo, cruzado por pespuntes, de la forma conocida por el nombre de “pepinillos”.
    Se autoriza el uso de pantalón breeche, en tejido de cordoncillo y color beige, a todos los generales. Jefes y oficiales que sean plazas montadas o en formaciones a caballo, pudiendo ser los "pepinillos” de dicha prenda de ante o del propio tejido. En consecuencia, para los restantes actos habrá de llevarse precisamente el de color caqui.
   Las botas de montar, serán de becerro negro, y las espuelas plateadas.

   En las trabillas de las hombreras presenta manguitos o  "cartuchos", igualmente en color caqui oscuro, llevando las divisas del empleo y graduación en material termoplástico o PVC, así como los rombos del Arma de Caballería en las puntas de los cuellos de la camisola, en cuya manga derecha así mismo, aparece (todavía a color ya que se trata del año 1.980) el escudo de la Gran Unidad en la que está encuadrada, la, a su vez unidad donde está destinado el Comte.,  que nos ocupa, en este caso ,la División de Infantería Mecanizada DIMZ "Guzmán El Bueno" nº2 ,por tanto, es fácilmente deducible que se trata del Regimiento de Caballería Ligero Acorazado RCLAC "Sagunto" nº7 de guarnición en Sevilla.


     Aspecto general de un gorrillo cuartelero en color caqui, dotado ocasionalmente de un barboquejo fabricado en cuero, con la finalidad de servir como "tocado de fortuna" para la práctica de actividades hípicas. Ciertamente su uso no llegó a prodigarse...

   Oficial realizando prácticas de equitación, vistiendo un uniforme caqui, acorde al texto descriptivo que acompaña esta foto si bien, por tratarse de época estival, carece de pañuelo de cuello y va en mangas de camisa, sustituyendo de esta forma a la camisola o chupita del uniforme de instrucción y campaña. Adviértase el gorrillo de monta tipo "isabelino", de similar aspecto al denominado "chapiri" empleado por el Cuerpo de La Legión.
Finales de los años setenta. Varios Oficiales del Ejército de Tierra (entre los que se encuentran tres miembros de la Guardia Civil, y dos agregados militares del Ejército ecuatoriano), posan fotográficamente para el recuerdo, durante la asistencia a un curso de equitación y prácticas ecuestres.
   Además de los preceptivos pantalones de canutillo provistos de breeches y "pepinillos" en las entrepiernas, así como las botas altas que todos visten necesariamente y de forma común para la realización de actividades hípicas, son destacables en casi todos ellos-salvo excepciones-  tanto la camisa como la corbata caquis del uniforme de servicio y paseo, llevando por encima de las mismas la camisola del uniforme M-67 de instrucción y campaña,así como el ceñidor, resultando ciertamente "anecdótico" el tocado de cabeza y "circunstancias" que concretamente, portan siete de los individuos, consistente en el denominado gorrillo cuartelero en color caqui al que para la ocasión y dado que únicamente el profesor-instructor del curso, estaba facultado para vestir un adecuado gorrillo de monta, tipo "isabelino" acorde al modelo que muestra el maniquí de esta entrada, se determinó "modificar ocasionalmente" para el evento una serie de los citados gorrillos cuarteleros, dotándolos con un barboquejo de fortuna, sujeto por ambos lados mediante unos simples botones.
      Han colaborado en este uniforme Don Diego de Rojas y Pastrana, Gri y DONPACO

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