Jura de Bandera en la Escuela Naval de San Fernando (Cádiz)
1940.
El 12 de Octubre de 1940 los alumnos de la Escuela Naval de
San Fernando juran Bandera.
Se celebra el Oficio religioso.
Seguidamente el Director de la Escuela Naval, Capitán de Fragata
D. Pedro Nieto Antúnez, antiguo Jefe de Estudios de la Escuela de Artillería y
Tiro Naval y Tercer Jefe del Polígono de Tiro Naval Janer de Marín antes de la
Guerra Civil y ministro de Marina de
1962 a 1969, dirige unas palabras explicando la solemnidad del acto.
Acabada la Jura, aprovechando la solemnidad del acto, se
procede a condecorar con la Cruz Laureada de San Fernando al Capitán de Navío
D. Fernando Abárzuza Oliva, quien al mando del pequeño minador Vulcano, el 29
de diciembre de 1938, en aguas del Estrecho, apercibido de que el muy superior
destructor republicano José Luis Díez, intentaba salir de Gibraltar al amparo
de la noche, no dudo en enfrentarse a él; y notando que el destructor, mucho
más veloz, se le escapaba, ordenó sin vacilar rumbo de colisión para cortarle
el paso, se le echó tan encima que sostuvo nutrido fuego de armas portátiles
borda con borda, y logró obligarle a varar en una playa gibraltareña.
Le impone la Laureada el Contraalmirante Salvador Moreno
Fernández, ministro de Marina de 1939 a 1945 y de 1951 a 1957.
Seguidamente se procede a la lectura de los méritos que por
los que se le concede la Medalla Militar Individual al Capitán de Fragata D.
Pedro Nieto Antúnez, el cual al producirse en julio de 1936 el levantamiento
militar se adhirió a éste, mostrando un gran valor en las primeras semanas de
la Guerra Civil, al lograr sin apenas medios dominar varias localidades de la
ría de Pontevedra.
Acto seguido le impone la condecoración el Contraalmirante Salvador
Moreno Fernández.
Como colofón del acto, el contraalmirante Moreno dirige una
alocución a los alumnos, autoridades y público asistente.
COMBATE MINADOR “VULCANO” CON EL DESTRUCTOR “JOSE LUIS DIEZ”
Transcripción:
Boletín Oficial del Estado de 18 de junio de 1940, núm. 170,
Orden de 17 de junio de 1940
En la noche del 29
de diciembre de 1938, próximamente a las veinte horas, encontrándose atracado
al muelle de la Puntilla, en el Puerto de Ceuta, el minador VULCANO, recibió el
entonces Capitán de Fragata Sr. Abarzuza aviso telefónico del Comandante General
del Departamento, comunicándole se tenían confidencias de que aquella noche
intentaría salir el JOSÉ LUIS DIÉZ para unirse a la escuadra roja, siendo
preciso a fin de impedirlo, que entre las veintidós y veintitrés horas se
encontrase con el buque de su mando en las proximidades de Punta Europa.
A pesar de que el barco estaba en turno de descanso, su
Comandante, después de informar a la Superioridad del estado defectuoso de las
calderas, manifestó que aunque sólo fuera con una se haría a la mar. Efectuólo
así, llevando una caldera encendida y activando la otra. A la una hora ocho
minutos aumento la velocidad al máximo posible, tratando de cortar el paso al
JOSÉ LUIS DIÉZ, que navegaba sin luces. Rompió este el fuego, contestándole el
VULCANO, que se encontraba ya a unos mil metros de distancia, y viendo su
Comandante que el enemigo, aprovechando su ventajosa velocidad, próximamente
doble de la suya, intentaba escaparse pegado a tierra, decidió hacer rumbo de
colisión, a pesar del violento fuego, que recibía de artillería de 12 mm. y
ametralladoras de 40 mm. y de los seis impactos sufridos, precisamente en la
vertical del puente, uno de ellos debajo del lugar donde se encontraba el
Comandante.
Siguió el VULCANO acorralando al DIEZ sobre tierra, dándose
en aquél la orden de asalto; pero la enorme velocidad desarrollada por el buque
rojo permitióle despegare rápidamente. Durante el tiempo que permanecieron
abarloados siguió el fuego por ambas partes. El DIEZ disparó un torpedo, que
paso por encima del VULCANO y cuya cruz de quilla tropezó con la cubierta, en
la que se quedó el regulador y los aparatos de distancia y registro. Al
despegarse el DIEZ del VULCANO ordeno el Comandante del segundo meter todo a
estribor y pasar la máquina de la misma banda, y como los momentos eran muy críticos, hubo
quien le advirtió del peligro de estrellarse; pero conocedor de las condiciones
de su buque, reitero la orden por el tubo acústico, pasando el peligro que
parecía inminente. El DIEZ echando mucho vapor, se dirigía a varar,
creyéndosele en los primeros momentos incendiado. Aun después de varado en la
playa de los catalanes por los impactos recibidos en sus máquinas, continuo
haciendo fuego, terminando el combate aproximadamente a la una hora diecinueve
minutos.
Han colaborado Francisco Burgos, Javier Novella, Antonio Gayúbar
Excelente reseña histórica.
ResponderEliminar