lunes, 20 de febrero de 2012

DISTINTIVO CARRISTA de CABALLERIA (años 40 y 50)


   Tras concluir la contienda civil, el retraso técnico-estructural acarreado desde tiempos pretéritos por el Arma de Caballería española se acentuó aún más, de tal forma que solamente aquellos Regimientos, Grupos o Agrupaciones pertenecientes al Instituto de Dragones, pudieron llegar a ser equipados en la posguerra, con algunos escasos medios acorazados, los cuales eran –lógicamente- todos  ellos, supervivientes de la pasada campaña, y por tanto, en un estado general de palpable desgaste e incluso decrepitud.


   Sin disposición oficial (al menos conocida) que lo estableciese y regulase como tal, los carristas de caballería comenzaron a lucir sobre los monos azul mahón  vestidos como uniforme de faena, un pequeño emblema ovalado, en cuyo interior y en el preceptivo color azul propio del Arma , sobre dos lanzas, se mostraba un carro de aspecto “híbrido”, aunque de cierto parecido estético al T-26B-1 .El uso de este emblema se prolongaría  -aunque  no todas las unidades llegaron a utilizarlo- hasta finales de la década de los años cincuenta, si bien, el mostrado en la imagen, todavía era de excepcional uso personal por parte de un Sargento 1º en el año de 1.980.

                   Ha colaborado Don Diego de Rojas y Pastrana

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