En el primer invierno de la guerra, nuestro artillero, que seguramente tendrá algún grado, aunque las divisas las porta al interior, luce un magnífico casco lo que nos hace pensar que no se encuentra destinado lejos del frente.
Lleva un popular chaquetón de cuero de origen civil. La prioridad de esfuerzos se centraba en conseguir equipos y armamentos, por lo que las prendas de uniformidad y más las de abrigo, llegaron a ser bastante variopintas; esto, unido a la secular interpretación española del tema uniformidad y al desapego inicial contra todo lo que representara militarismo clásico, llenó el frente de prendas de diversa y variada inspiración.
El pañuelo rojo al cuello, muestra su adscripción política. Se cubre con un casco checoslovaco modelo 1930, que fueron adquiridos muy pronto por la República en ese país. Un casco robusto y equilibrado, tanto es así, que se solía incluso, portarlo al revés, se compró casi toda la producción y fueron rápidamente distribuidos.
Por todo armamento, una pistola de pequeño calibre en su funda, prendida a un ceñidor con hebilla de Artillería.
La pistola es una Astra 200, de calibre 6,35 mm. Como arma de combate tiene un valor prácticamente nulo, pero el llevarla, le da seguridad y prestancia al portador. Tiene una longitud de 110mm y un peso de 360grs.
Ha colaborado en este uniforme Beltrán
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